
En el mundo de las grandes alianzas empresariales, nada es eterno. Y, bueno, parece que la relación entre Goldman Sachs y Apple podría ser un claro ejemplo de esto. David Solomon, CEO de Goldman Sachs, dejó entrever recientemente que existe “alguna posibilidad” de que el acuerdo con Apple para la gestión de la Apple Card termine antes de lo previsto. Y es que, aunque el contrato está pactado hasta 2030, Goldman Sachs ya no ve con buenos ojos seguir en el negocio de la banca de consumo.
Ahora bien, esto no es algo que nos tome completamente por sorpresa. En noviembre de 2023, ya se hablaba de que Apple planeaba cortar lazos con Goldman Sachs en un plazo de 12 a 15 meses. Han pasado 12 meses, y los 15 están a la vuelta de la esquina, pero hasta ahora, ni Apple ni Goldman han hecho un anuncio oficial sobre la ruptura. Sin embargo, los rumores siguen creciendo, y con razón.
¿Y entonces? Pues, Apple se encuentra en una posición complicada. Su Apple Card y su cuenta de ahorros dependen directamente de Goldman Sachs, por lo que encontrar un socio financiero de reemplazo no es tarea sencilla. Al principio, Goldman intentó pasarle la posta a American Express, pero, como suele pasar, los contratos mandan. La Apple Card está atada a la red Mastercard hasta 2026, lo que limita las opciones. Apple también tanteó a Synchrony Financial y Capital One, pero esas negociaciones no llegaron a buen puerto. Más recientemente, en septiembre de 2024, Apple comenzó a hablar con JPMorgan Chase, aunque concretar un acuerdo de este calibre podría tomar varios meses.
Pero aquí no acaba la historia. Goldman Sachs ha enfrentado serios problemas de servicio al cliente relacionados con la Apple Card y la cuenta de ahorros de Apple. Los clientes se quejaban de largos tiempos de espera para resolver disputas y dificultades para transferir dinero, lo que llevó a una investigación de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor de Estados Unidos. Y claro, Apple no está nada contenta con que sus productos financieros arrastren esa reputación.
Entonces, ¿qué sigue? Pues, habrá que esperar. Lo cierto es que esta alianza, que parecía sólida, está mostrando grietas importantes. Apple deberá moverse rápido para no dejar a sus usuarios en el limbo financiero. Y Goldman Sachs, bueno, parece decidido a dejar atrás el negocio de consumo, pero salir de un acuerdo de este tamaño no es tan fácil como parece.
En fin, el futuro de la Apple Card está en el aire. Y mientras tanto, el mundo financiero observa atento cada movimiento.



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