
Apple sigue puliendo su nueva estética visual en iOS 26, y con la llegada de la Beta 4, ha dejado claro que escucha a su comunidad. Tras las críticas recibidas por los cambios en la anterior beta, la compañía ha realizado ajustes significativos en el diseño Liquid Glass, recuperando parte del brillo y la fluidez que tanto habían gustado en las primeras versiones. Como siempre decimos en AppleX4: cuando Apple toca algo, lo transforma… y normalmente para mejor.
Un equilibrio entre estilo y legibilidad
En iOS 26 Beta 3, muchos usuarios notaron que los efectos translúcidos del Liquid Glass parecían apagados o incluso ausentes en algunas zonas. Apple ha tomado nota, y en esta nueva beta, ha aumentado la transparencia en las barras de navegación y botones dentro de aplicaciones como Fotos, Música, App Store y Podcasts.
Ahora, los menús dejan entrever sutilmente el color de fondo, devolviendo esa sensación de profundidad que define el nuevo lenguaje de diseño. Eso sí, el cristal esmerilado sigue presente, pero con un toque más discreto, evitando comprometer la legibilidad del texto.
¿Y qué pasa con el Centro de Control y la pantalla de bloqueo?
Curiosamente, el Centro de Control, la pantalla de inicio y la pantalla de bloqueo se mantienen casi sin cambios. No obstante, hay una novedad visual interesante: en la pantalla de bloqueo, el fondo se oscurece dinámicamente a medida que se desplazan las notificaciones, aportando un efecto elegante y funcional.
Este detalle, aunque sutil, refuerza la idea de que Apple está apostando por una interfaz más viva, que responde al contexto y a la interacción del usuario.
¿Qué podemos esperar de aquí al otoño?
Todo apunta a que Apple continuará ajustando Liquid Glass durante las próximas betas, buscando ese equilibrio perfecto entre innovación y experiencia de uso. No sería raro ver más retoques antes del lanzamiento oficial de iOS 26 en otoño de 2025.

En AppleX4 lo tenemos claro: cuando algo no convence del todo, Apple no tarda en meter mano. Y esta Beta 4 es la prueba de que la compañía no se conforma con el “casi”, sino que siempre busca el “perfecto”.


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