Durante años, Apple ha hablado de sostenibilidad con la misma convicción con la que presenta un nuevo iPhone. Pero hoy esa promesa se materializa con cifras concretas y un mensaje claro: la energía limpia ya no es una opción, sino una obligación global.
La compañía ha anunciado la expansión de sus proyectos de energías renovables en Europa, con parques solares y eólicos en Grecia, Italia, Letonia, Polonia y Rumanía, además de un nuevo parque solar ya operativo en España. En conjunto, estos proyectos añadirán 650 megavatios de capacidad energética a las redes europeas y una inversión de más de 600 millones de dólares.
Energía limpia con sello Apple
Más allá del titular, hay algo poderoso en el gesto: Apple no solo está reduciendo su propia huella, sino compensando la electricidad que los usuarios europeos consumen al cargar sus dispositivos. Sí, literalmente cuando cargas tu iPhone, Mac o iPad, Apple quiere que esa energía esté respaldada por fuentes 100% limpias.
Lisa Jackson, vicepresidenta de Iniciativas Medioambientales de la compañía, lo resume así:
“Para 2030, queremos que todos nuestros usuarios sepan que toda la energía que utilizan para cargar su iPhone o su Mac se compensa con electricidad limpia.”
Esa fecha, 2030, es el corazón del plan Apple 2030, con el que la empresa busca alcanzar la neutralidad en carbono total. No solo en sus oficinas o fábricas, sino también en la energía que consumen los clientes al usar sus productos.
España, un punto brillante en el mapa
Entre los países implicados destaca España, donde el parque solar de Segovia, desarrollado junto a la empresa ib vogt, ya está operativo con 131 MW de capacidad solar limpia.
El CEO de ib vogt, Andreas Schell, no ha escatimado elogios hacia la colaboración:
“El compromiso de Apple ha permitido poner en marcha este año 131 MW de capacidad solar limpia en Segovia. Nuestra colaboración demuestra cómo el liderazgo empresarial impulsa avances reales en energías renovables.”
En otras palabras, Apple no solo está invirtiendo —está liderando una transformación energética que impulsa a otros sectores a moverse en la misma dirección.
Un cambio de escala global
En 2024, la energía usada por los clientes para cargar dispositivos representó el 29% de las emisiones totales de la compañía. Con este movimiento, Apple está atacando ese punto débil desde la raíz: financiando parques de energía limpia que compensen directamente ese consumo.
La estrategia tiene un toque casi artesanal: los proyectos se eligen en función de las regiones donde el consumo es más alto y las redes eléctricas más contaminantes. Así, el impacto ambiental se reduce justo donde más se necesita.
Más que un gesto, una infraestructura
A medida que se acerca 2030, Apple planea sumar 3.000 gigavatios hora de energías renovables a la red europea cada año. Desde un proyecto solar en Sicilia hasta un parque eólico en Rumanía, la compañía está construyendo una red energética paralela que respalde su ecosistema tecnológico.
La idea no es solo “usar energía verde”, sino crear nueva infraestructura renovable que beneficie a todos los usuarios, incluso más allá del universo Apple.
Al final, lo que Apple está haciendo con las energías renovables no es una acción de marketing, sino una demostración práctica de cómo una empresa tecnológica puede marcar el ritmo de la transición energética.
Cuando conectamos un iPhone a la corriente, pocas veces pensamos de dónde viene esa electricidad. Apple quiere que, en 2030, esa respuesta sea sencilla: viene del sol, del viento… y de un compromiso real con el planeta.
AppleX4: Tu Fuente Definitiva de Noticias Tecnológicas y el Ecosistema Apple en España 
Deja un comentario