Nothing OS 4.0: la actualización con la que Nothing quiere ponerse seria

Nothing llevaba unos días calentando el ambiente y hoy, por fin, ha empezado el despliegue de Nothing OS 4.0 en el Phone (3). Y lo cierto es que esta actualización huele a un cambio de etapa. La compañía londinense no está intentando reinventar Android, pero sí quiere que su ecosistema empiece a tener una personalidad más definida, más coherente y, sobre todo, más útil.

Desde fuera puede parecer «una actualización más», pero cuando empiezas a mirar los detalles entiendes que Nothing quiere dejar de ser “la marca diferente” para convertirse en “la marca con criterio”.

Live Updates y Glyph: por fin se entienden

Una de las mejoras más interesantes tiene que ver con la integración entre Android 16 y la interfaz Glyph.
Con Live Updates, el sistema muestra información en tiempo real —envíos, trayectos, temporizadores— tanto en la pantalla como en los LED traseros del teléfono.

La novedad importante está en la compatibilidad: cualquier aplicación que funcione con Live Updates en Android 16 funcionará también con Glyph Progress. Nada de excepciones ni implementaciones a medias. Esto abre la puerta a que las apps que usamos todos los días hablen el “idioma Nothing” sin que los desarrolladores tengan que hacer esfuerzos extra.

Un paso pequeño en lo técnico, pero grande en la experiencia diaria.

Un Extra Dark Mode que ahora sí hace honor al nombre

El Extra Dark Mode se vuelve realmente oscuro. Negros más profundos, contraste más equilibrado y una sensación general más calmada al navegar por el sistema. Se nota especialmente en Notificaciones, Ajustes rápidos y el Cajón de aplicaciones.

Además, Nothing lo ha extendido a apps propias como Essential Space y el Launcher, y ha adelantado que irá llegando a otras aplicaciones del sistema. No es una función de gran titular, pero sí una de las que se sienten en el día a día.

Animaciones más naturales: pequeños gestos que suman

Nothing OS 4.0 también se centra en cómo “se mueve” el sistema. Las transiciones al abrir y cerrar apps son más suaves, hay un zoom sutil del fondo que da sensación de profundidad, y las notificaciones responden con un ligero efecto elástico que hace que todo parezca más cohesionado.

Uno de los detalles más curiosos es la vibración háptica cuando ajustas el volumen y llegas al tope. Una señal física mínima, pero muy útil cuando no estás mirando la pantalla. Es el típico toque que no cambia nada… hasta que lo quitan y lo echas de menos.

Widgets más flexibles y una pantalla más limpia

La pantalla de inicio gana nuevas opciones gracias a los tamaños 1×1 y 2×1 para widgets como el clima, el podómetro o el tiempo de pantalla. Nada revolucionario, pero al final la gracia de Nothing siempre ha sido ese equilibrio entre minimalismo y personalización sin excesos.

Pop-up View renovado e iconos ocultos

La multitarea flotante mejora con la posibilidad de usar dos ventanas pop-up a la vez y controlarlas con gestos sencillos. Y si eres de los que odia ver el cajón de apps lleno de iconos, ahora puedes ocultarlos sin desinstalarlos. Un gesto rápido, pantalla más limpia, y problema resuelto.

Mejoras exclusivas del Phone (3)

La versión para el Phone (3) añade funciones específicas que redondean la experiencia:

– Controles más avanzados de Flip to Glyph
– Un Pocket Mode más preciso
– Nuevos Glyph Toys, como Hourglass y Lunar Cycle
– Y una mejora útil: Glyph Mirror Selfie ahora guarda también la foto original

Pequeños detalles, pero al final son estos los que fortalecen la identidad del dispositivo.

Nothing Playground: IA para crear mini-apps al vuelo

Quizá la novedad más llamativa de esta versión es Nothing Playground, un entorno en el que puedes crear tus propias Essential Apps simplemente describiendo lo que quieres. El sistema las genera automáticamente y las guarda en el nuevo Widget Drawer, que actúa como una especie de cajón creativo personalizado.

Es una propuesta interesante: Nothing no quiere que dependas de un catálogo fijo, sino que puedas crear herramientas simples adaptadas a tu día a día sin saber programar.

En resumen: un paso firme hacia un ecosistema más sólido

Nothing OS 4.0 no pretende romper el mercado, pero sí deja claro que la marca tiene un rumbo más definido. El sistema se siente más maduro, más estable y, sobre todo, más coherente. No todo el mundo necesita un sistema lleno de funciones espectaculares; a veces basta con que lo básico esté bien hecho y tenga una identidad propia.

Nothing está apostando por eso: una experiencia muy suya, cuidada, minimalista y con pequeños toques que marcan la diferencia.

La pregunta ahora es sencilla: ¿logrará Nothing que su ecosistema evolucione al ritmo que promete este OS 4.0? El primer paso, desde luego, está muy bien dado.